Más agua, más vida

¿Cuántos vasos de agua tomamos en nuestra jornada de trabajo? ¿Consumimos agua fuera del almuerzo? Si queremos comenzar una vida más sana, un buen punto de partida es tener siempre un vaso de agua en el escritorio o una botella en la cocina para consumir el agua necesaria a lo largo del día. Además de calmar la sed, el agua tiene muchos beneficios para nuestro organismo (partiendo del hecho de que el 75% de nuestro cuerpo es H2O). Te contamos algunos beneficios que seguro no conocías para que empieces mañana mismo.

El agua es vida

¿Por qué es tan importante tomar mucha agua a lo largo del día? En primer lugar, porque es cierto lo que dicen: “el agua es vida”. Sentir sed es signo de que nos estamos deshidratando, lo cual tiene consecuencias nocivas para la salud porque significa que el cuerpo no tiene el agua suficiente para desarrollar sus funciones vitales. Consumir agua ayuda al correcto funcionamiento de nuestros órganos vitales y, a largo plazo, es un método de prevención de enfermedades. Veamos uno por uno los principales beneficios:

– Chau al dolor de cabeza: Beber agua previene los dolores de cabeza que suelen asaltar nuestra jornada. También es un gran analgésico para los dolores de espalda o de las articulaciones.

– Más energía: Hábitos como descansar bien a la noche o hacer ejercicio nos ayudan a tener más energía durante la jornada laboral. A eso debemos sumarle tomar agua, que ayuda a evitar la sensación de cansancio o mareo propia de la deshidratación. Además, mediante el agua nuestros órganos absorben los nutrientes que precisan para tener energía y funcionar correctamente. Ni que hablar que durante el ejercicio o tareas que requieran esfuerzo siempre debemos tener una botella de agua cerca.

– Manteniendo el peso: Al sustituir otros líquidos que consumimos para refrescarnos (refrescos, jugos envasados con azúcar o alcohol) y saciar en parte la sensación de hambre, beber agua ayuda a controlar el apetito y a no consumir calorías extra ni carbohidratos cuando tenemos sed. Por eso en toda dieta es fundamental beber agua, gran aliada en la pérdida de peso.

– Purificación del cuerpo: Mediante la orina, el cuerpo libera toxinas y otros desechos. Si no consumimos agua, esos componentes se van acumulando y pueden llegar a generar enfermedades graves como tumores o problemas cardiovasculares. Por lo tanto, el agua es un preventivo simple y natural.

– Trabajo más productivo: Además de mitigar el cansancio, tomar agua contribuye a una correcta oxigenación del cerebro, lo que favorece la concentración, creatividad y productividad.

– Mejor funcionamiento del organismo: Entre otras funciones, el agua ayuda a una buena digestión; controla la acidez; hidrata las mucosas; contribuye a la elasticidad de la piel; regenera los tejidos. Como vemos, ¡todo nuestro cuerpo se beneficia del agua!

¿Cuánta agua es necesaria?

Ya entendimos bien que beber agua es beneficioso para la salud. Pero ¿cuánta agua es necesaria?

Mil veces hemos escuchado que es recomendable tomar ocho vasos diarios para mantenernos hidratados. Las investigaciones no coinciden en una cifra, porque cada organismo tiene sus propias necesidades que dependen también de la cantidad de alimentos que ingerimos. Lo que hay que evitar es sentir sed, para que no llegue a haber síntomas de deshidratación.

Sin embargo, en general, se calcula que para restituir lo que perdemos por el sudor, la orina y  la respiración, hay que beber entre 2 y 3 litros de agua. ¿Cómo saber cuándo llegamos a esa cifra? Un método puede ser contar los vasos, que serían entre ocho y trece vasos diarios (al final, el consejo popular estaba en lo cierto). La cantidad puede aumentar si hacemos actividades que nos hagan perder más agua de lo habitual, como el ejercicio. Pero si no contamos los vasos, podemos darnos cuenta si estamos bien hidratados si no sentimos sed y si producimos orina color transparente.

Algunos consejos para tomar más agua

Sabemos los beneficios, sabemos la cantidad. Pero ¿cómo hacemos para habituarnos a beber más agua por día? Algunos consejos:

– Tener siempre un vaso de agua o botella a mano en nuestro lugar de trabajo, para no llegar a sentir sed.

– A donde vayamos, llevar una botellita de agua en el bolso.

– Tomar un vaso de agua en ayunas, apenas nos levantamos, es muy bueno para favorecer la digestión y cargar energías. Se le puede agregar unas gotas de limón para que el efecto sea todavía mejor.

– Antes de almorzar o cenar, tomar uno o dos vasos de agua ayuda a no comer en exceso y a purificar el organismo.

– Antes de dormir, también hace bien tomar un vaso de agua, sobre todo para la piel.

– Se puede complementar el agua mineral con frutas, jugos naturales o infusiones sin cafeína.

– En los días calurosos perdemos más agua, por lo que hay que prestar especial atención a tener siempre la botella de agua a mano, incluso cuando nuestro trabajo sea sedentario.

Así que a partir de mañana, antes de sentarnos a trabajar, ya tenemos una tarea vital: servirnos el primer vaso de agua del día.