¿Qué es la astenia y cómo combatirla?

Los cambios de temperatura suelen atribuirse como causa de varios malestares. Uno de ellos es la astenia, el nombre médico para referirse al cansancio crónico, que generalmente se asocia a las temperaturas más cálidas de la primavera y al sol del verano. Por eso suele hablarse de “astenia primaveral” o “astenia veraniega”. Sin embargo, y aunque es más frecuente en los meses calurosos, la astenia no distingue estaciones, y responde a distintos factores; por lo que también hay distintas formas de combatirla y prevenirla.

Cómo distinguir la astenia del cansancio normal

Mientras que el cansancio normal se soluciona durmiendo bien, la astenia es un cansancio sostenido que no se va con el descanso. A la fatiga se suma la desmotivación, falta de energía, debilidad y apatía, incluso después de varias horas de sueño. En general conlleva trastornos de sueño y otros síntomas como dolor de cabeza, pérdida de apetito. En el trabajo tiene una incidencia negativa ya que además del cansancio, la astenia genera falta de concentración y de productividad.

Aunque las causas de la astenia pueden ser muchos, es importante estar atentos porque puede ser un síntoma de depresión o estrés. También es un signo de otras enfermedades: debilidad muscular, infecciones, hipotiroidismo, enfermedad celíaca, miopatías o anemia. Si se siente ese cansancio crónico por un tiempo prolongado y no mejora con el descanso, es fundamental consultar a un médico para descartar (o tratar correctamente) en caso de que haya alguno de estos problemas.

Cómo combatir la astenia

En caso de que no sea un síntoma de una enfermedad, podemos combatir la sensación de astenia mejorando los hábitos de alimentación, ejercicio y descanso.

– La alimentación: El consumo de fritos, azúcares y alcohol generan toxinas que alteran el funcionamiento del hígado, lo cual puede ser causal de la astenia. Tomar mucha agua y consumir abundantes frutas y verduras es clave para empezar a sentirnos mejor. Se recomiendan las naranjas, manzanas, el tomate, los frutos secos (nueces, avellanas, almendras) y los frutos del bosque (moras, arándanos, cerezas, frutillas), muy ricos en antioxidantes.

Es muy importante empezar el día con un buen desayuno, con todos los componentes necesarios (frutas, cereales), y tomar cinco comidas al día para evitar que desciendan los niveles de glucosa.

– Mantener horarios: Tener una rutina fija de alimentación y descanso es clave para   que se regulen los ciclos del organismo y evitar malestares.

– Descanso: Se tenga astenia o no, es siempre vital respetar el sueño. Dormir al menos siete u ocho horas diarias, y preferiblemente tres horas después de la cena, en un lugar con temperatura amena (entorno de los 18°).

– Ejercicio: Seguir una rutina diaria de ejercicios es fundamental para reactivar la energía, relajar la mente y descansar mejor a la noche. Evitar hacer ejercicio al aire libre cuando el sol está fuerte o la temperatura es muy alta (aquí te damos varios consejos para ejercitar en verano). La gimnasia laboral es muy beneficiosa para mantenerse activo también en el espacio de trabajo, que suele llevar al sedentarismo.

– Relajación: Aplicar técnicas de relajación o meditación dentro y fuera de la jornada laboral es muy efectivo para ahuyentar la fatiga mental y purificar el aire a través de la respiración conciente.

Salvo que un día hayas hecho un gran esfuerzo físico o mental, no es normal sentir cansancio intenso. Si lo sentís, es importante atender a esta señal de tu cuerpo para volver a sentirte bien y con energía.