abril 21, 2016 | 1 comentario |
El 28 de abril la Organización Internacional del Trabajo conmemora el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. El organismo toma esta fecha especial para promover la prevención de los accidentes laborales y enfermedades profesionales en todo el mundo, a través de diversas campañas de sensibilización que inculcan una cultura de la seguridad. Pero más allá de las acciones de la OIT, para todos los trabajadores y empleadores el 28 de abril es una ocasión especial para reflexionar sobre la salud laboral en nuestro día a día, incluso cuando pensemos que nuestro trabajo no es típicamente “riesgoso”.
De hecho, el tema de este año es uno que involucra a todas las ramas laborales sin distinción: el estrés, que afecta a tantos trabajadores y que no siempre es tratado con la seriedad que corresponde. “Estrés en el Trabajo: Un reto colectivo”, esa es la consigna sobre la que se trabajará este año.
“Hoy día, muchos trabajadores enfrentan una gran presión para cumplir con las exigencias de la vida laboral moderna. Los riesgos psicosociales tales como el aumento de la competitividad, mayores expectativas sobre el rendimiento y largas horas de trabajo contribuyen a que los ambientes de los lugares de trabajo sean cada vez más estresantes”, explica el sitio oficial de la OIT abordando la raíz del estrés, al cual la OMS considera “la epidemia mundial del futuro”.
Con el aumento de los niveles de estrés laboral a nivel mundial en los últimos años, también se multiplicaron las investigaciones sobre el tema. Hoy conocemos los principales factores y riesgos del estrés, y cómo se pueden trabajar planes de acción para prevenirlo. En esta nota de nuestro blog nos adentramos en las posibles soluciones para reducir el estrés.
¿Y qué se puede hacer desde las empresas para reducir el estrés? En primer lugar, apuntar a un excelente clima laboral para que los empleados trabajen cómodos y contentos. Algo fundamental es distribuir las tareas de tal manera que nadie trabaje sobrecargado o tensionado. Implementar un programa de salud laboral (alimentación saludable en la oficina o gimnasia y masajes laborales) es un excelente modo de combatir el estrés, y mantenerlo a raya antes de que puedan surgir los síntomas.
Pero los trabajadores también pueden adoptar hábitos saludables para que su trabajo no sea una fuente de estrés. Dormir bien, seguir una alimentación nutritiva y hacer ejercicio regularmente son clave para que la jornada laboral sea productiva y no gane el cansancio. En el lugar de trabajo, es fundamental tener el espacio y las tareas organizadas, mantener el buen ánimo y la disposición y saber tomarse un breve descanso para relajar la mente cuando se necesite.
Entre todos podemos lograr que el estrés no sea la enfermedad del futuro. Bienvenido sea este #SafetyDay para tomar más conciencia y poner manos a la obra en trabajar libres de estrés.
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11 julio, 2016 at 7:28 pm