Día Mundial del Alzheimer: no los olvidemos

“Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita”. De esta forma narra Gabriel García Márquez la “peste del insomnio”, uno de los pasajes más poderosos de Cien Años de Soledad, donde los habitantes de Macondo contraen una extraña enfermedad que les impide el sueño y le va borrando los recuerdos. La epidemia ficticia que describía el autor no está nada alejada de la que la OMS considera “la epidemia del siglo XXI”: el Alzheimer.

Esta enfermedad neuronal afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo.  Mientras ellos luchan por no olvidar, las organizaciones de salud y de familiares y amigos de personas con Alzheimer luchan para que la sociedad no se olvide de ellos. Hoy, 21 de setiembre, es una fecha clave en esa lucha: desde 1994 se conmemora el Día Internacional del Alzheimer, una instancia de concientización sobre esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a tantas personas (sobre todo a adultos mayores) alrededor del mundo y que es la principal causa de demencia. Hace cuatro años que, además, todo setiembre es el “Mes del Alzheimer”, con diversas actividades en más de sesenta países.

El ejercicio regular puede proteger contra el Alzheimer

En Cien Años de Soledad, la epidemia del olvido se terminaba con la llegada del sabio Melquíades y su remedio mágico que iba devolviendo la memoria. En el mundo real, la ciencia aún no ha hallado una cura para el Alzheimer. Sin embargo, las investigaciones han logrado conocer algunas de sus causas y poner el foco en acciones preventivas que, si bien no son definitivas, pueden retrasar su aparición y su avance.

Entre esas  prevenciones, es fundamental llevar un estilo de vida sana, lo cual no solo nos hace sentir bien al corto plazo, sino que también tiene incidencias positivas a nivel molecular.  Diversos estudios muestran que las personas con hábitos saludables (ejercicio físico regular, alimentación rica en cereales, frutas y verduras, buen descanso y sin estrés)  tienen menos posibilidades de que se acumulen en el cerebro las proteínas tóxicas amiloides, consideradas la principal causa del Alzheimer.

Si bien  no hay una prevención concluyente en la aparición del Alzheimer (ya que además intervienen factores genéticos y hereditarios), sí se ha probado que mantener un índice de masa corporal normal, previniendo enfermedades cardiovasculares, pueden retrasan los síntomas, estimulan las neurotransmisiones y reducir hasta un 40% el deterioro cerebral de la enfermedad.

Cuidar a los que cuidan

Muchos de los síntomas del Alzheimer suelen atribuirse, por desconocimiento, a “la edad”. Sin embargo, este deterioro cognitivo no es el desarrollo normal del adulto mayor; y cada vez son más frecuentes los casos en personas entre 40 y 50 años. El diagnóstico de la enfermedad es fundamental para un correcto tratamiento y cuidado de los pacientes. El cuidado es una de las dimensiones más importantes de esta enfermedad que  “golpea el cerebro del enfermo y el corazón de los familiares”, como sintetiza la frase de Alicia Ruiz en su conmovedora carta a su papá con Alzheimer.

Las dificultades para comunicarse, para realizar las tareas cotidianas y, finalmente, para reconocer rostros familiares, hace que sea una enfermedad muy dura para los seres queridos del paciente. Sin el respaldo adecuado, cuidar a una persona con Alzheimer puede ser muy agotador a nivel físico y, sobre todo, emocional. Este 21 de setiembre también es una instancia para apoyar, desde la comunidad, a la figura del cuidador, que todos los días se encargan de recordar a las personas con Alzhéimer un mensaje imborrable: “no estás solo”.