junio 9, 2015 | 7 comentarios |
La actividad más naturalizada de nuestra vida es también una de las más beneficiosas. Lamentablemente, muchas veces, por el estilo de vida sedentario que nos impone la rutina, termina siendo la actividad más olvidada. Más allá de la pausa activa que hagamos en nuestra jornada laboral, es importante llevar hábitos saludables también fuera del trabajo. Caminar al menos 30 minutos al día a paso rápido aporta muchos beneficios: mejora el trabajo cardiovascular y respiratorio, aumenta el flujo sanguíneo y la capacidad aeróbica, y normaliza la frecuencia cardíaca.
No importa si nuestra meta es estar en forma, bajar de peso, o mantenernos sanos. Investigaciones recientes afirman que hacer actividad física regularmente reduce a la mitad las chances de padecer problemas cardiovasculares. Lo mejor de caminar es que no necesitamos anotarnos a un gimnasio: podemos elegir la hora, el lugar y si hacerlo solo o acompañado. El único costo es el tiempo.
– Disminuye entre un 35% y un 52% las posibilidades de padecer hipertensión.
– Aumenta la tolerancia a la glucosa y mejora su utilización.
– Desciende los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno.
– Incrementa el material óseo y previene la osteoporosis.
– Favorece el tránsito intestinal y reduce el riesgo de cáncer en esa zona.
– Si se practica en lugares abiertos genera un contacto con la naturaleza beneficioso.
Para que nuestro caminar sea efectivo y que repercuta de forma positiva en nuestra salud es importante tomárnoslo en serio. Debemos empezar de a poco, caminando quizá entre 30 y 45 minutos y luego, cuando veamos que resistimos bien, aumentamos progresivamente el tiempo a una hora y más.
La frecuencia debe ser de tres a cinco días a la semana y el ritmo depende de cada uno, siempre un poco superior a lo convencional, pero que permita mantener una conversación con el acompañante sin notar falta de oxígeno. Fundamental un buen calzado deportivo y llevar agua para mantenerte hidratado.
Para convertirlo en un hábito es clave que lo hagamos con constancia; y por eso lo recomendable es hacerlo parte de la rutina. Es ideal que sea la caminata al trabajo, o la de regreso a casa, para que el bienestar del ejercicio esté directamente ligado al bienestar laboral. De esta manera también estaremos complementando la pausa activa que hacemos dentro de la oficina. ¡Mañana es un buen día para empezar a traer los championes para volver caminando!
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