octubre 12, 2016 | No hay comentarios |
Desde los espectáculos de ballet hasta los concursos de baile en televisión, a todos nos gusta ver bailar. Muchos, también, disfrutamos de bailar cuando en alguna fiesta pasan una canción que nos mueve. Pero quizás no todos sepan que la danza, además de divertirnos, tiene muchos beneficios para la salud. ¿Buscás darle más variedad y emoción a tu rutina de ejercicios? Es hora de poner la música más alto y salir de la oficina a la pista de baile.
El trabajo aeróbico de la danza es excelente para la salud cardiovascular. Con el ritmo del baile se incrementa el ritmo cardíaco, se fortalece el corazón, aumenta la capacidad pulmonar y mejora la circulación sanguínea. Además, el baile ayuda a controlar el colesterol, la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre, disminuyendo el riesgo cardíaco.
Bailar es tan efectivo para quemar calorías como andar en bici o trotar. La cantidad de calorías quemadas depende de la intensidad, el tiempo de la sesión y el peso de cada persona, pero en general una hora de zumba ayuda a quemar entre 500 y 800 calorías, mientras que la salsa quema entre 250 y 400 en una hora. Si la idea es bajar de peso, es importante combinar la danza con una dieta saludable, baja en grasas.
No necesitamos ser bailarines de ballet para trabajar la flexibilidad que nos da la danza. Incluso en casa podemos hacer ejercicios sencillos de estiramiento que, al largo plazo, ayudan a prevenir lesiones.
La coordinación, agilidad y balance que promueve la danza la convierten en una actividad excelente para trabajar la motricidad, la capacidad de reacción. Más que recomendable para adultos mayores que necesiten estimular el movimiento, a nivel físico y cognitivo.
Cuando bailamos, ejercitamos principalmente las piernas, fortaleciendo la tibia, el peroné y el fémur, entre otros huesos. Bailar regularmente, en el largo plazo, previene la pérdida de masa ósea y el riesgo de enfermedades como la osteoporosis.
Fortalecer los huesos y músculos nos ayuda a mantener una postura correcta. Es frecuente que en trabajos donde se pasan muchas horas en la misma posición aparezcan dolores de espalda. Bailar ayuda a cuidar la higiene de columna y a liberar las tensiones del día a día, previniendo lesiones.
El cerebro también se ejercita cuando bailamos. Seguir una coreografía un excelente trabajo para la memoria, y aprender pasos nuevos es un gran estímulo para nuestra capacidad cognitiva y creatividad. Por eso bailar más nos ayuda a tener un mejor rendimiento profesional.
¿Cansado después de una larga jornada laboral? Una clase de baile puede ser la solución para recuperar la energía. Está probado que bailar al menos una vez por semana ayuda a mantener niveles altos de energía y rendimiento físico (porque además después de bailar se descansa mucho mejor a la noche).
Si pensamos que una de las formas más comunes de festejar algo es bailando, está claro que pocas cosas hay tan efectivas para ponernos de buen humor como el baile. Y esto tiene una explicación científica: al bailar canalizamos la ansiedad y liberamos endorfinas que combaten el estrés y producen sensación de placer y bienestar. Si a la mejora del ánimo sumamos que también fortalece el autoestima y la confianza en uno mismo, tenemos en el baile un arma muy poderosa contra la depresión.
Las clases de baile son espacios privilegiados para conocer gente, sobre todo en los bailes de pareja como salsa o tango. La dimensión social de la danza es una gran motivación para seguir ejercitando y contribuye a la alegría que ya de por sí nos da movernos al ritmo de la música.