agosto 29, 2016 | No hay comentarios |
Parte del éxito de las mayores compañías del mundo está en que ponen mucho énfasis en el diseño del espacio de trabajo para lograr que los empleados estén felices e inspirados durante su jornada. Las grandes empresas de Silicon Valley tienen salas de juegos, gimnasios o espacios musicales instalados en sus oficinas.
Claro que no todas las empresas tienen la capacidad de inversión de Facebook o Google, pero en todas se pueden hacer pequeños cambios para reacondicionar el espacio, minimizar los peligros del sedentarismo y convertirse en oficinas saludables. En definitiva, es en la oficina donde pasamos la mayor parte del tiempo; y es importante que ese tiempo también sea disfrutable.
Si vamos a pasar largos ratos sentados, es fundamental mantener una buena postura. Los escritorios y sillas ajustables permiten que cada trabajador encuentre la altura perfecta para cuidar su higiene de columna, e incluso cambiar de posición cuando sea necesario.
Una tendencia que está expandiéndose en el mundo son los escritorios “de pie”, que pueden elevarse de forma que podamos trabajar un rato parados. Los estudios comprueban que pararse periódicamente durante la jornada ayuda a recargar las energías, mejorar la circulación y aliviar dolores de espalda.
Las oficinas espaciosas activan la productividad mucho más que las reducidas. Lo mejor es que los escritorios estén separados para que cada empleado pueda concentrarse en sus tareas y apropiarse de su propio espacio. También es importante que haya áreas libres para caminar y tomarse una pausa activa cuando sea necesario.
Sabemos bien la importancia de descansar bien para tener un mejor rendimiento y cuidar nuestra salud. Puede sonar alocado, pero muchas empresas han tenido buenos resultados ofreciendo sillones cómodos para reposar y hasta dormirse una breve siesta. Unos veinte o treinta minutos de relajación ayudan a volver al escritorio con energía renovada para encarar lo que queda de la jornada.
La buena iluminación es clave para desempeñar bien nuestras tareas. Trabajar en una oficina mal iluminada es perjudicial a la vista, produce dolores de cabeza e incrementar la sensación de cansancio. Al contrario, la luz natural hace que los ambientes se sientan más amplios y agradables, incentivando la creatividad y productividad.
Además, la luz natural es muy beneficiosa para los procesos de nuestro organismo; y está probado que las personas que trabajan con luz natural duermen mejor de noche que quienes trabajan con luz artificial.
Para oxigenar y dar vida a los ambientes, nada mejor que las plantas. Está probado que las plantas ayudan a reducir el estrés, además de que decoran las oficinas y contribuyen a un entorno más agradable.
La decoración no es tema solo un tema de gustos: está probado que los espacios de trabajo bien ambientados generan mayor productividad. Es una buena idea que cada empleado personalice su espacio, ya que eso posibilita una mayor identificación con la empresa.