Por qué las empresas deben promover el descanso

“Los genios duermen tres horas por día” o “No puedo perder tiempo durmiendo con todo el trabajo que tengo”. Todos hemos escuchado frases de este estilo, sobre todo entre los altos cargos de las empresas que suelen ver el sueño como un malgasto de tiempo que atenta contra la productividad. Lo cierto es que cada vez hay más razones científicas para afirmar que el tiempo que se “gana” al no descansar, se pierde en rendimiento, en capacidad de emitir juicios certeros, en concentración. La agenda no necesita dormir, pero el cerebro sí.

Ya hemos hablado de lo importante que es dormir bien para llevar una vida más saludable y tener un mejor desempeño en el trabajo. ¿Pero cómo puede afectar el déficit de sueño los resultados de una empresa a nivel global?  Como parte fundamental de la salud laboral, es importante concientizar a los cargos directivos sobre los beneficios de descansar bien, y que desde allí se promueva una “cultura del descanso” a toda la empresa.

¿Por qué las empresas deben promover el descanso?

Porque es un problema organizacional, no solo individual. Si bien al final del día es cada persona la que decide cuántas horas dormir, ese sueño no solo tiene implicancias a nivel individual, sino en el desempeño de toda la empresa, en todos los niveles de mando. Las empresas deberían promover entre y desde sus líderes el buen  descanso, que no solo implica dormir bien sino también desconectarse del email y el whatsapp fuera del horario de trabajo.

Porque está probada la relación entre el liderazgo y el sueño efectivo. Un reciente estudio de la empresa McKinsey comprobó que los mejores líderes, orientados a resultados, dan importancia al buen descanso entre sus hábitos saludables. Se sabe que cuanta más horas de vigilia, más disminuye la capacidad de concentración, de tomar decisiones y resolver problemas eficientemente. La ciencia corrobora el dicho popular de que las decisiones más complejas es mejor consultarlas con la almohada.

La paradoja del estudio de McKinsey: los empresarios saben que el sueño es valioso, pero no duermen bien.

Porque dormir contribuye a la creatividad. Las ideas innovadoras,  la capacidad de aprendizaje y la apertura de nuevas perspectivas son algunas de las funciones cognitivas que se ven beneficiadas por el buen descanso nocturno e incluso por una breve siesta a la tarde. 

Porque mejora las interacciones a nivel emocional. No dormir lo suficiente no solo nos pone más apáticos e irritables, sino que atenta contra la comunicación fluida a un nivel más emocional. Esto es porque perdemos lucidez para interpretar correctamente los mensajes de nuestros interlocutores, y eso nos hace más propensos a reacciones negativas o desconfiadas.

Descansar es más que dormir

Un buen programa de descanso implica no solo la concientización sobre respetar las horas de sueño (ya que eso, en última instancia, depende de cada persona), sino otras acciones que ayuden a relajar la mente.

Veda tecnológica. Vivimos en un mundo hiperconectado y muchos empleadores esperan que los trabajadores estén atentos las 24 horas, los siete días de la semana, a responder mails o hacer tareas fuera de hora. Muchas compañías promueven la desconexión del whatsapp o email de sus empleados durante el horario en que no están en la oficina, para respetar y acentuar su descanso. Salir de las pantallas un rato antes de dormir –cualquiera sea su uso- ayuda a que el sueño sea más reparador.

Salas para dormir. Cada vez hay más adeptos a las siestas dentro del trabajo como un descanso beneficioso para reactivar la jornada. Algunas empresas han implementado salas de descanso o “cápsulas” para dormir siestas de entre diez y treinta minutos, con muy buenos resultados en cuanto a productividad.

Vacaciones sí o sí. Algunas empresas han ido más lejos en la promoción del descanso, incentivando a sus empleados a tomarse vacaciones e incluso dando un bono extra para poder viajar desconectándose del celular y la computadora.