Evitemos el sedentarismo en los niños: la importancia del ejercicio diario

Uno de los problemas de salud que más afecta a los trabajadores de hoy es el sedentarismo. Pero el hábito de no hacer ejercicio no comienza cuando empezamos a trabajar muchas horas en una oficina, sino antes, desde la escuela, donde los niños pasan largos ratos sentados. El sedentarismo en los más chicos es preocupante no solo por su calidad de vida hoy, sino por su salud en el futuro. Y si queremos un futuro mejor, hay que empezar a transformar los hábitos en el presente.

Ejercicio todos los días, en la escuela y en casa

Los beneficios del ejercicio en los niños son numerosos (podés profundizar en esta nota): se fortalecen los huesos y músculos, se mejora la coordinación motora y se previenen enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes. A través del ejercicio, se puede educar a los chicos en otros hábitos saludables, como la buena alimentación, la hidratación y el descanso.

Hoy, la mayoría de las escuelas ofrecen Educación Física solo una vez por semana, una frecuencia muy menor a la necesaria para evitar el sedentarismo. Según un estudio realizado por el profesor español Óscar Caraballo, los niños en edad escolar deberían hacer 20 minutos de actividad física cada 90 minutos de estar sentados para lograr un desarrollo físico, cognitivo y emocional equilibrado. La Educación Física debería ser un eje vertebral de la jornada escolar, y no un complemento semanal.

Por supuesto, inculcar el ejercicio en la vida diaria de los chicos también es tarea de la familia. Los padres no siempre están bien informados sobre la importancia del deporte y la actividad física en los chicos. ¿Cómo hacer para evitar el sedentarismo en los niños?

– Si la distancia lo permite, llevarlos y traerlos de escuela (u otras actividades) caminando.

– Involucrarlos en algún deporte. Además de ser muy divertido para ellos, trae enormes beneficios físicos pero también a nivel de autoestima, valores de equipo y relacionamiento con pares.

– Jugar más en movimiento. Es importante controlar el tiempo que los chicos pasan en la computadora, los videojuegos, la televisión o los dispositivos móviles. En lo posible, fomentar juegos y recreación que implique movilidad, sobre todo al aire libre.

Pero lo más importante es recordar que educamos con el ejemplo. Si los chicos ven a sus padres haciendo ejercicio, seguro se sentirán motivados para ejercitarse también. Y mucho mejor si la actividad es compartida, desde jugar a la pelota en el parque hasta salir a caminar o andar en bici.